lunes, 8 de abril de 2013

A CONTINUACIÒN QUEREMOS MOSTRARLES UNA NOTICIA DE HACE AÑOS, ACERCA DE EL TEMA QUE TRATAMOS Y SE HA VENIDO PRESENTANDO DESDE ENTONCES: 

¿Por qué mueren tan pronto las empresas de Bucaramanga?

Domingo 12 de Febrero de 2012 - 12:01 AM


Las cifras de mortalidad empresarial en Santander son elocuentes. La mitad de las empresas que se constituyeron en 2008 ante la Cámara de Comercio de Bucaramanga ya no existen y por cada cien empresas que se crearon en 2004, setenta se quedaron en el camino.
Y aunque cada vez son más las compañías que se crean en la región, a los gremios les preocupa el corto aliento de las empresas santandereanas. Pero ¿qué hace que sea tan difícil para un emprendedor mantener sus proyectos a flote?

Pedro Olaya, director del programa de emprendimiento Mujeres Ecco, explica que en general la alta mortalidad empresarial no es una tendencia exclusiva de Bucaramanga.

“Hay diferentes estudios y estadísticas a nivel mundial que hablan de que sólo 4% de las empresas logran superar los 10 años de existencia. Ese es un tema preocupante por un lado, pero, por otro lado, hay una dinámica importante frente al número de empresas que se crean periódicamente. En Bucaramanga, por ejemplo superamos las 10 mil empresas nuevas creadas al año”, explicó el experto.

En Santander menos de 20% de las empresas sobreviven los diez años, lo que es una buena cifra si se compara con el contexto internacional. Además, en materia de emprendimiento Bucaramanga es una de las ciudades más dinámicas según el Global Entrepreneurship Monitor (Monitor Global de Emprendimiento).

Sin embargo, hay algunos elementos estructurales de la economía regional que podrían ser determinantes cuando de duración de las empresas se trata. Enrique José Sánchez Roa, coordinador de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Pontificia Bolivariana, apunta que la composición empresarial de la ciudad es uno de ellos.

Cerca de 46% de las empresas constituidas en la ciudad son del sector comercial (de las cuales 81% se dedica al comercio minorista) y este sector en particular es uno de los vulnerables.

Explica Sánchez Roa que gran parte del capital de las empresas comerciales está invertido en la mercancía con la que desarrollan su negocio, es decir activos circulantes.

“Los cambios económicos, situaciones adversas del empresario,  etcétera hacen que este activo circulante disminuya haciendo que el comerciante tenga cada vez menos capital para recomprar la mercancía, haciendo que con el tiempo quede por fuera del negocio. Es necesario pensar que si hay empresas con mayor cantidad de bienes de capital (industriales o servicios), que les permita una sostenibilidad a largo plazo, ofreciendo bienes y servicios producidos por ellos mismos, habría mayor sobrevivencia”, explicó el académico.
Pues bien, del sector industrial se crearon el año pasado 1.156 empresas, lo que representa alrededor de 11% de las compañías constituidas ante la Cámara de Comercio de Bucaramanga.

Cuatro pilares

De acuerdo con Pedro Olaya, son cuatro pilares sobre los se debe sostener una empresa.

En primer lugar están las características personales del empresario, ese liderazgo y esa visión que le permita planear a largo plazo el negocio. En segundo lugar está la viabilidad de la idea de negocios. En tercer lugar, hay que tener suficientes herramientas de gestión de la empresa, desde el punto de vista técnico, operativo y financiero. Por último, está la capacidad de financiar el negocio.

“De los cuatro componentes, lo que más se ha identificado como crítico en la ciudad, en materia de emprendimiento, son las habilidades de gestión. Que usted pueda definir cuál es su modelo de gestión, que conozca muy bien cómo atraer y mantener clientes y que sepa claramente cómo es el manejo financiero de una empresa, habilidades de flujo de caja, habilidades de consecución de recursos de habilidades de optimización de la rentabilidad”, indicó Olaya.

Esta falta de conocimiento genera dos situaciones, según el experto: por un lado, genera mayor temor al fracaso y por el otro hace que los procesos en muchas empresas se desarrollen a prueba y error.

El estudio GEM revela algunas cifras más concretas con respecto al tema. De acuerdo con la investigación 33,3% de los empresarios le tienen temor al fracaso, una cifra superior a la registrada en Colombia y América Latina. Otro dato curioso es que, a pesar de que 51,8% de los emprendedores del área metropolitana no han cursado estudios de educación superior, 71,9% de ellos considera que tiene los conocimientos y las habilidades necesarias para poner en marcha su empresa.

Ahora bien, los expertos también señalan que la mortalidad en las empresas es un fenómeno que no acabará, porque hace parte de la dinámica misma del mercado que las empresas se creen y desaparezcan, bien sea porque la idea de negocios no fue exitosa o por que fue mal ejecutada.

Pero lo más importante es que en la región se creen más empresas con mayor valor agregado, que permitan una dinámica empresarial más sofisticada y que genere mayor riqueza y empleo.

Para Pedro Otálora, llegar a este punto requerirá de instituciones y programas que apoyen el emprendimiento, estímulos tributarios para la creación de empresas y una educación que tenga énfasis en la gestión empresarial.

SE REQUIERE FINANCIACIÓN

Uno de los obstáculos que más frena la actividad emprendedora en la región es la falta de financiación en las primeras etapas de la creación de las compañías.

De acuerdo con el GEM, 50% de los empresarios que cierran sus negocios lo hace por problemas financieros y 21% lo hace por baja rentabilidad del negocio.

Para Pedro Otálora, aunque la financiación es un punto clave para los empresarios, es innegable que la actitud y el conocimiento del negocio son más importantes aún.

“Si se tiene habilidad de gestión, se puede conseguir la plata con créditos de proveedores, con préstamos, y lograr sacar adelante su empresa”, dice Otálora.